martes, 7 de junio de 2011

El papel de la mujer en la sociedad costarricense

Las luchas sufragistas de las mujeres encuentran sus origen en el debate sobre la igualdad de la mujer y sobre sus condiciones sociales y políticas, este proceso de lucha se da en el fortalecimiento de las políticas sociales del Estado Liberal y de una redefinición del papel de la mujer como la educadora de los ciudadanos, mediante la ampliación de espacios para las mujeres.

El 5 de mayo de 1847  él Dr. José  María Castro Madriz fue declarado Presidente de Estado y el 19 de ese mismo mes, entre sus primeras disposiciones, fundó en San José un Liceo General para la educación de las niñas, de todos los Departamentos de Estado. Este hecho produjo en la capital, mucho entusiasmo y las nuevas estudiantes organizaron un desfile el 30 de mayo.
Este liceo, que tuvo carácter de escuela normal, preparó maestras que fueron después a servir en las capitales de provincia y funcionó hasta 1853, en que fue cerrado. En su segunda administración, el 27 de enero de 1867, el Dr. Castro insistió en la creación de un colegio Normal de Niñas, estas ideas fueron incluidas  en la carta fundamental de la administración siguiente, al  terminar su gobierno con el golpe de Estado.
En 1887 se creó el colegio de Alemanas el cual solo funciono durante un año, recibiendo alumnas becadas, pero  a causa de que las mujeres alemanas que lo dirigían volvieron a su país de origen y solo quedo una que se caso con un costarricense, el colegio cerró sus puertas.
Sin embargo, en 1888 se fundó el Colegio Superior de Señoritas, pero por no existir un edificio  en ese momento se dispuso ocupar el del desaparecido Colegio de las  Alemanas
Aunque el radio de acción del colegio abarcaba especialmente San José y su entorno inmediato, se recibieron muchachas de todos los estratos sociales y se otorgaron becas con el fin de que estudiantes de otras provincias pudieran tener acceso a las oportunidades que la institución brindaba.  En este sentido, sin duda el colegio fue un notable agente trasformador de la sociedad costarricense, al formar maestras que luego llegaron a servir en sus comunidades de origen, pero también contribuyó a crear una conciencia de género que años más tarde se hizo sentir en momentos cruciales que vivió la nación costarricense.


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